Federico García Lorca en Santiago de Compostela [2ª ed. actualizada, en galego]
19,80 €Henrique Alvarellos
Pp.: 204. Formato 13 x 23 cms.
ISBN (2ª edición, actualizada) 978-84-18567-32-2
ISBN (1ª edición) 978-84-16460-87-8
“Libro imprescindible. ¡Qué bien explicado y qué bien estructurado! Una delicia”.
ANTONIO GARCÍA TEIJEIRO
“Un libro que recorre, minuciosamente y con un admirable pulso narrativo, los pasos del poeta granadino por la ciudad de Santiago”.
RAMÓN NICOLÁS
Santiago de Compostela dejó fascinado a Federico García Lorca. Descubre la ciudad con 18 años, durante un viaje de estudios por Galicia, y muy pronto escribirá: «Esto me hipnotiza». Regresará a Compostela tres veces más, todas en el año 1932, bien como conferenciante, también como director de La Barraca y siempre como famosísimo poeta. En Santiago será recibido, arropado y obsequiado con la admiración y la sincera amistad de toda una generación de estudiantes e intelectuales que, en aquel año de oro de la República, animan las calles de esta ciudad medieval portando un triple estandarte de cultura, galleguismo y libertad.
Lorca da a conocer en Compostela algunos de los versos inéditos de Poeta en Nueva York, dibuja, canta y toca el piano en el Hotel Compostela, vivirá una memorable noche teatral en A Quintana y será retratado por Carlos Maside y Luís Seoane. En diciembre de 1935 saldrán publicados en Santiago los Seis poemas galegos, esa impagable ofrenda literaria que el granadino tributará a la lengua y la cultura gallegas.
El presente libro camina con Lorca por las rúas de esta ciudad a través de un minucioso relato narrado en forma de crónica que nos llevará a revivir unos días únicos. También recoge las impresiones del poeta cuando regresa a Madrid, o durante su estancia en Buenos Aires, donde hablará de Galicia con enorme entusiasmo. Este volumen incorpora además numerosos datos y más de setenta ilustraciones y documentos, muchos de ellos muy desconocidos. Y concluye con el rescate de valientes testimonios que, después de su asesinato, lucharon por mantener viva, durante la longa noite de pedra, la memoria de este eterno Lorca en Compostela.